Salvadoreños arman "fiesta" en hotel de la Selección Mexicana
El salvador.- Con la misión impedir que la selección mexicana tuviera una noche tranquila, los aficionados salvadoreños se reunieron a las afueras del hotel de concentración del Tri, para armar una revolución sin control.
Desde el arribo de México tras el reconocimiento del estadio Cuscatlán, hinchas con las playeras de El Salvador se fueron apoderando poco a poco de la Avenida de Los Héroes, para convertirla en pocos minutos en una marea azul.
Los cánticos se escuchaban hasta el interior del hotel, logrando el objetivo de incomodar a los jugadores mexicanos, con estallidos de fuegos artificiales, que retumbaban constantemente, enloqueciendo a la furiosa hinchada azul.
Incluso, la prensa mexicana fue víctima de agresiones por parte de los aficionados, pues cada que veían a un reportero, fotógrafo o camarógrafo, lo insultaban y hacían señas obscenas, perdiendo el control, lanzando objetos y cerveza sobre todo aquel que a la vista de los salvadoreños fuera de sangre azteca.
Por su parte, la policía amuralló las instalaciones del hotel de concentración, para impedir que los más de mil 500 aficionados ocasionaran graves incidentes, aunque fue imposible controlar la furia que provoca la visita de México a tierras salvadoreñas. (agencias)
Desde el arribo de México tras el reconocimiento del estadio Cuscatlán, hinchas con las playeras de El Salvador se fueron apoderando poco a poco de la Avenida de Los Héroes, para convertirla en pocos minutos en una marea azul.
Los cánticos se escuchaban hasta el interior del hotel, logrando el objetivo de incomodar a los jugadores mexicanos, con estallidos de fuegos artificiales, que retumbaban constantemente, enloqueciendo a la furiosa hinchada azul.
Incluso, la prensa mexicana fue víctima de agresiones por parte de los aficionados, pues cada que veían a un reportero, fotógrafo o camarógrafo, lo insultaban y hacían señas obscenas, perdiendo el control, lanzando objetos y cerveza sobre todo aquel que a la vista de los salvadoreños fuera de sangre azteca.
Por su parte, la policía amuralló las instalaciones del hotel de concentración, para impedir que los más de mil 500 aficionados ocasionaran graves incidentes, aunque fue imposible controlar la furia que provoca la visita de México a tierras salvadoreñas. (agencias)
