Histeria por historia

Por: Oscar Basave.

En estos últimos días, con el resultado de las elecciones presidenciales, se apela mucho al juicio de la historia, sin embargo al final de cuentas todo acaba en el prejuicio de la histeria que tiene una vigencia hasta la próxima contienda presidencial.

Desde 1988, hace 24 años, en que ocurrió la elección presidencial más competida de la historia de México todos los juicios han cambiado. Algunos de los incluidos de la lista de los villanos post 88, no sabemos cómo pero ahora están en la lista de los considerados como buenos.

Para Andrés Manuel López Obrador y sus simpatizantes que tanto han machacado con el juicio de la historia y el porvenir de nuestros hijos, el causante de todos los males habidos y por haber en el país es Carlos Salinas de Gortari. Todavía no sabemos bien a bien del por qué Salinas y no otro presidente. Quizá porque se considera que llegó a la Presidencia gracias a un fraude electoral (en el 88), pero de eso es precisamente la histeria de la que hablamos.

Carlos Salinas de Gortari no llegó solo al poder. Y el hecho de que los satanizados de ese ayer los tengamos redimidos y bendecidos ahora nos muestra que el juicio histórico es válido hasta la próxima elección, cuando otros dicten nuestras nuevas y profundas emociones, digo elecciones.

Manuel Bartlett Díaz, ex gobernador de Puebla, candidato a senador por el mismo estado por la coalición que postuló a López Obrador. En el 88 fue el malo, en aquel entonces fue considerado como el artífice del fraude electoral, cuando el sistema se cayó o se calló. Quienes recuerdan eso se considera que le hacen el juego al PRI.

Manuel Camacho Solís coordinador de la coalición de partidos. Que entonces era jefe de Marcelo Ebrard, ahora jefe de Gobierno del DF. En aquel entonces cuando eran malos, formaban parte del grupo cercano de Salinas. A Camacho le tocó negociar con la izquierda como jefe del gobierno del DF.

El Partido del Trabajo también en su origen está ligado al salinismo que tanto denostan los simpatizantes de la izquierda progresista, de acuerdo a Andrés Oppenheimer (México: en la frontera del caos) en 1993 quien designó a la candidata presidencial Cecilia Soto fue la Secretaría de Gobernación, y en una entrevista con el autor del libro reconoció que efectivamente había discutido con Salinas la creación del PT y que este, como presidente, lo alentó a formarlo.

Estos son apenas algunos de los elementos a considerar de que el paso de lo que hoy en las redes sociales se manifiesta, no todo lo que sucede en esta elección va a trascender en la próxima. Alguien recuerda de las razones por las que en los comicios del 2006 el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas no apoyó a López Obrador, fue precisamente porque muchos de los que contribuyeron en su derrota estuvieron, están, dentro del equipo del candidato presidencial de las izquierdas progresistas.

Cuando a López Obrador le preguntaron sobre Manuel Bartlett y su candidatura al Senado por el estado de Puebla, el candidato presidencial respondió que este había lavado sus culpas…Bueno, muchos de los acusados de hoy seguramente lavarán sus culpas mañana… y entonces otros serán los malos y otros los buenos.

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