Locos y medallistas olímpicos
Londres, Inglaterra.- Luego de cuatro años de preparación y sacrificios pocos son los atletas que ven recompensado su esfuerzo con una medalla dorada en los Juegos Olímpicos.
Estos pocos que se llevan la gloria, se separan otros tantos que, además de ser reconocidos por sus habilidades, adquieren fama por sus inusuales comportamiento.
Podría decirse de algunos que son excéntricos o extravagantes, lo que nadie les quita son sus medallas y las ganas de exhibirlas de la manera más inusual.
1. El perrón
El tenista Andy Murray llamó la atención tras ganar sus dos medallas olímpicas. No obstante, decidió compartir su jubilo por Twitter a través de las mascotas que comparte con su actual pareja, Kim Sears, quienes presumen el oro y la plata ganadas por el británico en Wimbledon.
2. El pasajero dorado
El venezolano Rubén Limardo sorprendió a todos por su sencillez y desenfado. Cuando muchos ganadores olímpicos inmediatamente pierden el piso, el medallista de oro sudamericano se subió al metro de Londres luego de su premiación. En el camino es el esgrimista fue reconocido por los pasajeros, quienes no perdieron la oportunidad de tomarse la foto del recuerdo.
3. Oreandose
El británico Robbie Grabarz, ganó la medalla de bronce en salto de altura. Hasta ahí nada fuera de lo común. El escándalo llegó luego de que se tomara una fotografía presumiendo su presea y la subiera a su cuenta de Twitter. Ah, también estaba desnudo. Casi.
4. Quiero ir al antro
El ya mítico Michael Phelps no podía quedar fuera de las excentricidades. Luego de convertirse en el máximo ganador de medallas olímpicas en toda la historia de los juegos modernos, el nadador estadounidense admitió que se fue a celebrar a los antros de la capital inglesa. Eso sí, se llevó sus medallas. Casual.
5. Homeless germano
EFE
El lanzador de disco alemán y ganador del oro en esa disciplina Robert Harting, durmió en el metro con su presea luego de perder sus tarjetas de acreditación, para hospedarse en la villa olímpica.
El atleta festejó en la casa de Alemania en Londres, donde notó que le había robado la mochila donde llevaba sus pertenencias, por lo que tuvo que dormir cerca de una hora, en el metro de la capital londinense.
Finalmente, en tono de broma mencionó que de haber atrapado al ladrón podría haberlo ahogado en el Támesis.(agencias)