Reaparece sucesor presidencial chino
Los rumores sobre la deteriorada salud del líder iban desde una lesión de espalda, un ataque cardiaco, hasta un intento de asesinato
El hombre llamado a suceder al Presidente Hu Jintao al frente del país compareció de una pieza, tratando de acallar los insistentes rumores que se habían ido cobrando terreno. Fuentes anónimas hablaron estos días de una lesión de espalda, de un ataque al corazón, de un enfrentamiento con sus rivales políticos, incluso de un intento de asesinato.
Se trata de voces imposibles de confirmar a causa del hermetismo con el que el régimen chino lleva los asuntos de Gobierno.
Aunque todavía no hay fecha, teóricamente falta menos de un mes para que inicie el congreso en el que se ha de decidir la renovación de la cúpula del poder. En este contexto, la desaparición y reaparición de Xi Jinping resultaba inquietante.
En vísperas de eventos importantes, el Partido Comunista Chino (PCCh) hace todo lo posible para evitar rumores, crisis e imprevistos, manteniendo una imagen aún más monolítica de lo habitual. Sin embargo, en los últimos meses la vida política china ha estado marcada por los sobresaltos y los escándalos.
Los problemas comenzaron en marzo, cuando inició el turbio culebrón que acabó con la destitución del poderoso gobernador de Chongqing, Bo Xilai, y la condena a muerte de su mujer (conmutable en cadena perpetua), acusada de envenenar a un empresario extranjero.
El escándalo, aliñado con corruptelas, traiciones y sangre, sacó a la luz la vida tras las bambalinas del Partido, donde parece que se está produciendo una lucha entre facciones rivales para acaparar cuotas de poder.
Buscando desentrañar lo que ocurre tras los muros de Zhonanhai (el recinto donde viven y trabajan los hombres más poderosos de China, situado junto a la Ciudad Prohibida de Beijing) diplomáticos y periodistas extranjeros interpretan gestos y consultan las escasas fuentes disponibles.
Una fuente académica china aseguró la semana pasada que todavía no existe un consenso dentro del Partido sobre qué hacer con Bo Xilai, quien seguiría contando con algunos partidarios.
Otras voces indican que su destitución habría roto los delicados equilibrios que existían, lo que habría abierto nuevos frentes.
Sea como sea, parece que los miembros del Politburó tienen todavía muchas cosas que dejar atadas antes de iniciar el cambio de liderazgo y de ciclo político.(agencias)