Marco Rubio repunta 2% en 7 días y ya es el segundo favorito
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Una semana después de las elecciones de Iowa, el precandidato Marco Rubio se colocó como el segundo favorito en las encuestas, por encima de su rival Ted Cruz.
De acuerdo con un promedio de encuestas elaborado por el sitio de análisis fivethirtyeight.com, Donald Trump tiene 30.6 por ciento de preferencia, mientras que Rubio, 15.7, de cara a las elecciones primarias del estado de New Hampshire, que se realizarán mañana.
Apenas hace siete días, el empresario registraba un promedio de 32.6 por ciento, y Rubio, 10.2 por ciento.
Después de la jornada del pasado 1 de febrero, en Iowa, se reconfiguraron las preferencias electorales del bloque conservador.
El conteo fue elaborado a partir de la revisión de 96 sondeos elaborados por empresas, universidades y medios de comunicación nacionales y estatales.
Las primarias de Nueva Hampshire son de hecho la primera votación real y se considera una carrera clave, ya que permite a aspirantes como Donald Trump, Ted Cruz, Marco Rubio, Hillary Clinton y Bernie Sanders saber cómo atraer a un público más amplio.
Esta elección permite a los votantes no declarados emitir su sufragio en las primarias democráta o republicana.
La votación de Nueva Hampshire proporciona un impulso temprano para aquellos que logran un buen resultado.
El impulso positivo viene en la atención de los medios y el apoyo de los donantes, los cuales son cruciales para las primarias que siguen a Nueva Hampshire.
Una prueba de lo que un triunfo en Nueva Hamsphire puede hacer, lo experimentó el senador John McCain en 2008.
Su victoria ahí le ayudó a solidificar su posición a pesar de que su campaña estaba por los suelos meses antes de la primaria.
Sin embargo, una victoria en las primarias de Nueva Hampshire no garantiza un boleto para ganar la elección general.
Tal es el caso de la exprimera dama Hillary Clinton, quien en 2008 perdió ante el presidente Barack Obama, después de ganar en el estado.
Pero tan fácil como Nueva Hampshire puede proporcionar un impulso para un precandidato, también puede extinguir las esperanzas presidenciales de los demás.
Mientras avanza la carrera por la nominación, Rubio consolida su posición al ser un candidato más moderado, lejos de la radicalización de Trump y Cruz.
Durante los ocho debates republicanos, los temas más abordados por el senador de origen cubano fueron inmigración, aborto, educación, control de armas y cambio climático, mientras que Ben Carson, destacó los matrimonios gays, inmigración, aborto y control de armas.
Para lo cual, ha enfocado su estrategia electoral en evitar disputas internas.
"Nuestro deseo y objetivo es tener una fuerte tercera posición aquí y superar quizá un poco las expectativas", dijo al periódico El País, Todd Harris, estratega del precandidato.
El analista James Pindell explicó la estrategia de Donald Trump para poder mantenerse en la contienda.
"Trump ha hecho un buen papel con la población estadounidense blanca y trabajadora, especialmente de zonas rurales, donde resultaron más afectados durante la última recesión, y ellos creen que siguen igual mientras los ricos se hacen más ricos", dijo.
Sin embargo, detalló, si ahora, tiene el 35 por ciento de apoyo, quiere decir que aún hay un 65 por ciento que no lo quiere, agregó.
En entrevista con La Razón, David Crow, académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), afirmó que Rubio proyecta una imagen más razonable y amable del partido conservador.
Además de que nunca ha cambiado su postura política en temas definitivos como control de armas, migración y política fiscal.
"Es el que mayores posibilidades tiene al virtual candidato demócrata. Es joven carismático, y parece reunir a las distintas alas del partido republicano: por un lado, tienes a los conservadores tradicionales, un tanto más moderados; a los evangélicos, no disgusta tanto al ala muy conservadora", concluyó.
Ven irregularidades en triunfo de Clinton
A una semana del caucus en Iowa que abrió carrera por la candidatura presidencial, aún existen irregularidades dentro del Partido Demócrata, en el que ganó, por 0.2 por ciento, Hillary Clinton.
Del bloque republicano, hubo 182 mil personas que acudieron a votar, sin embargo, no se conoce la cifra equivalente del partido rival. Incluso, el Partido Demócrata se vio obligado a realizar un recuento de varias de sus asambleas.
En un condado, un delegado que iba a ser para Bernie Sanders fue transferido a Clinton. El partido dio como ganadora a la exprimera dama tres horas después del cierre oficial de los colegios, pero cuando todavía algunos estaban votando. El anuncio fue una sorpresa para muchos responsables de caucus, a los que ese mismo partido había informado oficialmente que no había todavía un ganador.
No obstante, al día siguiente, el partido rectificó resultados porque el recuento había sido tan ajustado que la primera declaración no tenía valor.
"Algo huele mal en el Partido Demócrata", publicó un editorial el principal periódico del estado, el Des Moines Register, que solicitó el voto para Clinton.
Aborto y migración dividen a punteros en octavo debate
El empresario Donald Trump ganó el debate del sábado pasado, con 64 por ciento de apoyo, según la revista Time.
Sin embargo, durante la discusión los ataques de los contrincantes se concentraron en el senador de origen cubano Marco Rubio.
Chris Christie, gobernador del estado de Nueva Jersey, calificó a su rival de inexperto e incapaz de resolver problemas prácticos y de apartarse del guión escrito por sus asesores.
"No has estado involucrado en una decisión consecuente en la que hayas tenido que rendir cuentas", le dijo Christie, y acto seguido lo comparó con el presidente Barack Obama, quien también estaba en su primer mandato como senador cuando se postuló a las elecciones presidenciales de 2008.
Rubio ha intentado defenderse de las críticas sobre su relativa inexperiencia y las comparaciones con el presidente, Barack Obama, al alegar que el problema con el presidente no es que sea ingenuo, sino que impone una ideología que perjudica al país. Expresó esa postura varias veces durante el debate.
"No podemos aprobar esa legislación", dijo Rubio sobre un texto que habría abierto una vía a la ciudadanía para millones de personas que viven en Estados Unidos sin permiso de residencia.
El senador encontró terreno más firme más adelante en el debate al pedir medidas más agresivas contra el grupo Estado Islámico y hacer hincapié en su postura contra el aborto.
"Prefiero perder una elección que cambiar mi visión sobre ese tema (la interrupción del embarazo)", dijo.
Ted Cruz, ganador de las asambleas de Iowa, prometió que de llegar a la presidencia aplicará las leyes bajo la Constitución y dijo que "toda persona que esté aquí ilegal debe ser deportada".
Recordó que el jefe de la Patrulla Fronteriza declaró ante el Congreso la semana pasada que el presidente Obama le dio la orden a ese cuerpo de no aplicar la ley. "Eso esta mal", opinó.
Agregó que el gobierno de Bill Clinton deportó 12 millones de inmigrantes y el de Goerge W. Bush a 10 millones. "Aplicando la ley haremos lo que no se está haciendo", subrayó.
Rubio, quien ha sido criticado por colegas Jeb Bush y Chris Christie por cambiar su posición original en una reforma migratoria que hubiera creado un camino a la ciudadanía, se defendió al señalar que en su momento no era eso lo que querían los estadunidenses.
"La legislación pasó pero no tenía apoyo y no creo que pasará hasta que no aseguremos la frontera", enfatizó Rubio.
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