Weather (state,county)

Al momento:

Combate al fuego sinpausa en Chile

El combate al fuego es sin descanso. Brigadistas y universitarios intentan sin pausa frenar el avance de las llamas en el Biobío, 520 kilómetros al sur de Santiago, una de las regiones más afectadas por este verdadero “terremoto de fuego”.

La comuna de Florida es una de las más afectadas esta semana por los incendios forestales, los cuales avanzan sin control desde hace varios días, destruyendo todo a su paso y amenazando las casas que se encuentran aledañas a los bosques.

El panorama es desolador. Grandes extensiones de bosques junto a gruesas columnas de humo son la postal de este día en Concepción, imagen que se repite desde hace un par de semanas y que de seguro se mantendrá por varios días más pese al esfuerzo de voluntarios y brigadistas.

El paso de las llamas deja todo calcinado. Los árboles, pese al fuego, se mantienen en pie y son mecidos por el fuerte viento al punto que uno cree que en cualquier momento se vendrán abajo, pero resisten pese a que están prendidos en su base con llamas que crecen conforme pasan los minutos.

El calor a ratos es insoportable y sólo se alivia con la lluvia artificial que helicópteros y aviones lanzan sobre los lugares afectados, la cual empapa a todos quienes nos encontramos en medio del incendiado bosque.

Notimex fue testigo este viernes del trabajo desinteresado de un grupo de jóvenes chilenos que viajó más de 600 kilómetros, desde el puerto de Valparaíso, para combatir las llamas mediante artesanales cortafuegos.

Premunidos de guantes y palas, que ellos mismos trajeron desde sus casas, los universitarios se internan en un bosque de Florida por donde las llamas avanzan sin control para construir una franja de tierra limpia, sin material vegetal combustible, y de esta forma detener el incendio.

A los gritos y tomando decisiones sobre la marcha, los jóvenes logran despejar una franja de un metro de ancho para frenar el avance de las llamas y la segura destrucción de un bosque y de casas cercanas.

Sin embargo, la fuerza del viento complica el trabajo, hecho a pulso y a veces sin los elementos necesarios. El calor sube en intensidad en forma notable y uno de los brigadistas eleva una oración al cielo para que los helicópteros lancen agua en el lugar y permitan seguir con el trabajo.

Las aeronaves pasan y pasan sobre el lugar sin escuchar la plegaria de este joven hasta que el intenso humo da la alerta y los pilotos de los helicópteros finalmente lanzan el vital elemento en el lugar para facilitar el trabajo voluntario.

La lluvia artificial es celebrada por todos y aparecen los gritos de ánimo para derrotar al fuego ahora que el calor cedió en algo gracias al agua lanzada por tres helicópteros y un avión, en una coordinación perfecta que se realiza desde unos kilómetros de distancia por la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Minutos más tarde, los brigadistas profesionales de esa institución, uniformados de amarillo y con todos los elementos necesarios para combatir las llamas, llegan al lugar y reciben el informe de los voluntarios respecto al trabajo realizado en los últimos minutos.

Tras las felicitaciones del líder de los brigadistas por el trabajo realizado, los jóvenes se desplazan a otro lugar para seguir con su labor de detener el avance de las llamas, en tanto los helicópteros siguen con su incesante sobrevuelo lanzando agua.

Uno de los expertos de la Conaf explicó a Notimex que las aeronaves no apagan el fuego, sino que enfrían el sitio del siniestro para que las patrullas terrestres hagan su trabajo, y advierte que la labor no es sencilla ya que existe un “fuego subterráneo” difícil de apagar.

“Este incendio es particular porque construimos el cortafuego pero el incendio avanza bajo la tierra, quemando las raíces de los árboles, por lo que al rato debemos volver para reforzar el cortafuego y evitar que avance en forma subterránea”, dijo.

Las tareas de brigadistas y voluntarios continúan sin cesar por gran parte del día y, finalizados los trabajos en este lugar de Florida, los dos equipos toman caminos distintos pero con el mismo objetivo de derrotar al fuego.

A lo lejos, los voluntarios provenientes de Valparaíso continúan a los gritos coordinándose para construir un nuevo cortafuegos, mientras que los brigadistas de Conaf suben un cerro para frenar el avance de las llamas en una ladera.

El fuego, según los expertos, tardará varias semanas en apagarse, por lo que es muy probable que ambos equipos, de profesionales y voluntarios, se vuelvan a encontrar con el solo objetivo de derrotar a un enemigo que lleva destruidas más de 370 mil hectáreas de vegetación en las últimas dos semanas.

Pulso Político On Line/ Notimex / Foto: Internet