Acusan en Oaxaca olvido tras el sismo
A un mes del sismo de magnitud 8.2 que sacudió a la región Istmo, los habitantes de al menos 10 municipios acusaron olvido de las autoridades, la urgencia para la demolición de viviendas y la reconstrucción de nuevos hogares, y la deficiente entrega de apoyos.
A eso se suma el miedo por las más de seis mil réplicas del sismo del 7 de septiembre, que han aflojado aún más las estructuras que quedan de pie. Más de 50 mil habitantes duermen en la calle en Juchitán, Unión Hidalgo, Tehuantepec, Santa María Xadani, San Blas Atempa e Ixtaltepec.
Datos municipales establecen que sólo en Juchitán unas 15 mil personas pernoctan a cielo abierto ante la falta de respuesta de las autoridades federales y estatales para acelerar las demoliciones. Ediles de siete municipios enviaron una carta al presidente Enrique Peña para reclamarle la descoordinación y desinformación, y una entrega de víveres desordenada. "Es evidente la deficiente coordinación de las instancias federales y estatales con las autoridades municipales. Prevalece la desinformación, los programas federales y estatales se aplican sin la debida inclusión y la participación de las autoridades locales", reprocharon los alcaldes.
En la misiva, fechada el 2 de octubre y de la cual se tiene una copia, acusaron que en la mayoría de los casos el censo de viviendas afectadas se hizo sin la participación municipal. "En el caso de Juchitán, sin explicación alguna, los responsables de la Federación y el estado dejaron fuera a los brigadistas del Ayuntamiento cuando apenas se llevaba la mitad de las viviendas censadas. Estas conductas generan dudas, ante la falta de explicación", anotaron los ediles.
"De las miles de viviendas a derribar sólo se llevan algunas decenas", protestaron las autoridades de Juchitán, Tehuantepec, Santa María Xadani, San Blas Atempa, Santiago Niltepec y Santa María Mixtequilla. Los otros municipios afectados, donde sus habitantes reclaman un rezago en censos y apoyos, son Unión Hidalgo, San Mateo del Mar, Ixtaltepec, Santiago Lachiguiri y Tenango.
El derribo de viviendas afectadas por el sismo presenta un atraso de más del 80 por ciento sólo en Juchitán y Tehuantepec. El tema puso en jaque a los pobladores de la región que duermen en la calle, pues ahora soportan los aguaceros y los vientos de más de 90 kilómetros por hora propios de la temporada.
"El rezago está en la demolición y el levantamiento de escombros, desde el 17 de septiembre que vino la titular de Sedatu y el gobernador Alejandro Murat a dar el banderazo para la demolición, y ya no regresaron, dejaron solo al Ayuntamiento, recriminó el síndico de Juchitán, Manuel López Villalobos.
Agencia reforma
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