“Marichuy” halla en la UNAM un fuerte apoyo para su causa indígena y la Presidencial
La mujer conocida popularmente como “Marichuy” gozó este martes de un auténtico baño de masas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más importante del país, donde miles de estudiantes la arroparon a ella y al Concejo Nacional Indígena en su intento de concurrir a los comicios de 2018.
Por primera vez, una candidatura indígena intentará concurrir a las elecciones presidenciales mexicanas, pero la aspirante María de Jesús Patricio no solo se encomienda a los llamados pueblos originarios sino que también ha encontrado en la comunidad universitaria un caladero de apoyos.
Como prueba de ello, la mujer conocida popularmente como “Marichuy” gozó este martes de un auténtico baño de masas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más importante del país, donde miles de estudiantes la arroparon a ella y al Concejo Nacional Indígena en su intento de concurrir a los comicios de 2018.
La explanada de la rectoría, donde los estudiantes suelen descansar entre clases, fue durante toda la tarde el escenario de una fiesta multicultural donde se representaron bailes prehispánicos y se vendía todo tipo de “merchandising” zapatista.
Tras visitar diferentes facultades, cuyas paredes están engalanadas con carteles del rostro de “Marichuy” desde hace semanas, la candidata indígena subió entre ovaciones al escenario principal, donde leyó un discurso lleno de guiños hacia los universitarios.
“Es un honor encontrarnos con todos ustedes en este lugar tan simbólico en la historia de las transformaciones de la nación mexicana”, comenzó “Marichuy”, quien sostuvo que México necesita una “educación crítica y acorde con esta nación multicultural en la que las culturas originarias han sido negadas”.
Y es que la reivindicación indígena fue una constante de las alocuciones de la tarde, entre las que se pudieron escuchar discursos en lengua náhuatl y cánticos tradicionales.
Mientras iba oscureciendo, Marichuy pronunciaba un discurso que no solo aludía a las comunidades indígenas sino también a los movimientos estudiantiles como colectivos desfavorecidos por el sistema capitalista.
“Ustedes, la juventud, son una gran luz entre la muerte y la oscuridad. Son un motivo para seguir luchando por lo que los poderosos más temen: la democracia, la justicia y la libertad”, dijo entre aplausos.
A cada alabanza hacia los estudiantes, estos respondían con cánticos como “Todos somos Marichuy” o el tradicional “Zapata vive, la lucha sigue”.