Vaquitas marinas, al borde de la extinción: Expertos
En este sexenio, la población de vaquitas marinas se redujo 85% al pasar de 200 ejemplares en 2012 a menos de 30, en 2017, por lo que la conservación de este cetáceo es uno de los "grandes pendientes" que dejó esta administración en materia ambiental, advirtieron expertos.
De cara al final del actual gobierno, organizaciones y académicos advirtieron que la protección de esta marsopa endémica, la protección efectiva de las áreas naturales protegidas, así como contar con mejor información sobre la reducción de la deforestación, son algunas de los temas inconclusos.
Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México, indicó que pese a los esfuerzos que esta administración realizó para preservar a la vaquita marina, su población fue en descenso al grado de llevarla al borde de la extinción. Consideró que la disminución de ejemplares se debió no sólo a la presencia de la pesca ilegal de la totoaba en el Alto Golfo de California, también a que el sector pesquero no acompañó los esfuerzos de protección.
"El interés por salvar a la vaquita marina surgió desde la Presidencia de la República, por lo que se colocó como símbolo de esta gestión salvarla de la extinción, pero no se tomó en cuenta el contexto en el que desde hace 25 años se ha presentado un decrecimiento en su población. Aunque se aumentó la vigilancia y se desembolsaron recursos, la pérdida de ejemplares continuó", indicó.
En su informe del 2012 el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA) estimaba menos de 200 ejemplares de este cetáceo endémico de las aguas del Alto Golfo de California, para su último reporte presentado en 2017 registraba menos de 30 individuos, por lo que recomendaba al gobierno mexicano reforzar la coordinación de vigilancia, prohibición de la pesca en la zona y el retiro de redes pesqueras.
Entre 2015 y 2017 el gobierno federal invirtió más de dos mil millones de pesos para acciones de conservación de este cetáceo, según información de la Semarnat.
Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, indicó que el crimen organizado ha permeado en la sociedad al grado de estar detrás de la pesca furtiva de la totoaba, por lo que no ha habido manera de resolver este conflicto, lo cual ha impactado a la población de las vaquitas marinas.
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