Canadá, dispuesto a firmar Pacto Mundial sobre Migración de ONU
A pesar de la oposición interna de los conservadores, el gobierno liberal de Justin Trudeau está dispuesto a firmar el Pacto Mundial sobre Migración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se concretará la próxima semana en Marruecos.
De acuerdo con su política abierta a la migración, que en su primer año de gobierno abrió las puertas a más de 40 mil refugiados sirios y que sigue permitiendo la entrada por vía terrestre de migrantes provenientes de Estados Unidos, el gobierno de Trudeau adelantó que respaldará el pacto mundial a favor de los migrantes, mismo que es rechazado por la administración del presidente Donald Trump y otros países.
El ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Ahmed Hussen, reafirmó esta semana que Ottawa sí firmará el pacto, originado por la crisis migratoria europea de 2015, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
En 2016 un total de 193 países miembros de la ONU firmaron en Nueva York la declaración que llama a firmar este pacto a finales de 2018, que se concretará los días 10 y 11 de diciembre y que propone una visión de 360 grados sobre el fenómeno migratorio.
Además de Estados Unidos, el gobierno de Australia, que participó en el borrador de este pacto, dijo finalmente que no lo firmaría porque socava sus políticas migratorias. Los países del exBloque del Este (Polonia, República Checa, Bulgaria, Hungría y Eslovaquia) también han rechazado firmarlo.
A pocos días de la histórica firma, que reconoce la crisis migratoria mundial, el líder del Partido Conservador de Canadá, Andrew Scheer, hizo un llamado desde la Cámara de los Comunes en Ottawa para que el gobierno de Trudeau no firme el pacto porque ello permitirá que “entidades extranjeras” dicten las políticas migratorias de Canadá.
En respuesta, el primer ministro Trudeau dijo que su gobierno continuará defendiendo la migración y apoyando la diversidad: "Dar la bienvenida a las personas a través de un riguroso sistema de inmigración ha hecho que Canadá sea fuerte y, de hecho, algo que el mundo necesita más, no menos".
Sin embargo, el gobierno canadiense ha recibido cartas de ciudadanos pidiendo un debate nacional antes de que se firme el pacto, que no tendrá un carácter legal sino un marco de cooperación.
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