Difícil, evitar flujo de armas a México: Obama
Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que su fiscal general, Eric Holder, cuenta con su "total confianza" a pesar del escándalo de "Rápido y furioso" y reconoció que evitar el flujo de armas a México es "difícil" porque hay que equilibrarlo con la II enmienda constitucional.
"Este tema del flujo de armas es difícil de resolver: este país defiende la II Enmienda, queremos proteger los derechos de los dueños de armas, y de los que compran armas, pero a menudo esto es explotado", reconoció Obama.
"Así que tenemos que asegurarnos que equilibramos de manera correcta los derechos de los ciudadanos estadunidenses pero a la par evitando que esa armas caigan en manos de criminales", agregó sin aportar sin embargo ninguna solución concreta.
"Holder tiene toda mi confianza porque ha demostrado estar dispuesto a hacer responsables a aquellos que realizaron esas acciones", dijo Obama este jueves durante un foro en la cadena hispana Univisión.
Sus palabras se conocen un día después de que un informe oficial exonerara a Holder de cualquier responsabilidad en el escándalo de la operación "Fast and Furious" de armas a México.
Obama rechazó además cualquier duda acerca del informe, realizado por el inspector general del Departamento de Justicia, afirmando que esta figura está ahí "específicamente para ser independiente del fiscal general" y recordando que su reporte sobre "Rápido y furioso" fue "independiente, honesto y duro" con muchos otros funcionarios de ese ministerio.
"Rápido y furioso" comenzó en 2009, cuando agentes de la ATF permitieron que traficantes ingresaran de forma ilegal casi dos mil armas de alto calibre a México desde Arizona con el objetivo de tratar de localizarlas en escenas de crímenes y, así, rastrear a los cárteles tras éstos, aunque finalmente se perdió el rastro de la mayor parte del armamento.
El escándalo se destapó cuando en la escena del crimen de un agente de patrullas, Brian Terry, a finales de 2010, fueron descubiertas algunas de las armas filtradas en esa operación.
A comienzos del año pasado comenzó una investigación del congreso encabezada por el congresista republicano Darrell Issa que ha acusado a lo más alto del gobierno de Obama de conocer los hechos -algo desmentido ahora por el informe- y que incluso llegó a declarar a Holder en desacato en el Congreso por no presentar todos los documentos requeridos sobre el caso. Los demócratas han acusado insistentemente a los republicanos de usar este caso con fines políticos.
"No me gusta ver que este tipo de cuestiones se convierte en un circo político o en una manera de lograr puntos políticos en el Congreso, porque de esta forma se convierte en una distracción frente a las cosas que hay que hacer para los estadounidenses", criticó. (AP)
"Este tema del flujo de armas es difícil de resolver: este país defiende la II Enmienda, queremos proteger los derechos de los dueños de armas, y de los que compran armas, pero a menudo esto es explotado", reconoció Obama.
"Así que tenemos que asegurarnos que equilibramos de manera correcta los derechos de los ciudadanos estadunidenses pero a la par evitando que esa armas caigan en manos de criminales", agregó sin aportar sin embargo ninguna solución concreta.
"Holder tiene toda mi confianza porque ha demostrado estar dispuesto a hacer responsables a aquellos que realizaron esas acciones", dijo Obama este jueves durante un foro en la cadena hispana Univisión.
Sus palabras se conocen un día después de que un informe oficial exonerara a Holder de cualquier responsabilidad en el escándalo de la operación "Fast and Furious" de armas a México.
Obama rechazó además cualquier duda acerca del informe, realizado por el inspector general del Departamento de Justicia, afirmando que esta figura está ahí "específicamente para ser independiente del fiscal general" y recordando que su reporte sobre "Rápido y furioso" fue "independiente, honesto y duro" con muchos otros funcionarios de ese ministerio.
"Rápido y furioso" comenzó en 2009, cuando agentes de la ATF permitieron que traficantes ingresaran de forma ilegal casi dos mil armas de alto calibre a México desde Arizona con el objetivo de tratar de localizarlas en escenas de crímenes y, así, rastrear a los cárteles tras éstos, aunque finalmente se perdió el rastro de la mayor parte del armamento.
El escándalo se destapó cuando en la escena del crimen de un agente de patrullas, Brian Terry, a finales de 2010, fueron descubiertas algunas de las armas filtradas en esa operación.
A comienzos del año pasado comenzó una investigación del congreso encabezada por el congresista republicano Darrell Issa que ha acusado a lo más alto del gobierno de Obama de conocer los hechos -algo desmentido ahora por el informe- y que incluso llegó a declarar a Holder en desacato en el Congreso por no presentar todos los documentos requeridos sobre el caso. Los demócratas han acusado insistentemente a los republicanos de usar este caso con fines políticos.
"No me gusta ver que este tipo de cuestiones se convierte en un circo político o en una manera de lograr puntos políticos en el Congreso, porque de esta forma se convierte en una distracción frente a las cosas que hay que hacer para los estadounidenses", criticó. (AP)